Dedicado a la médica que se derrumbó ante mí maldiciendo la hora en que decidió tener un hijo en el país con menor natalidad de EUROPA.
La prevención de riesgos laborales (PRL) son una serie de normas y medidas dirigidas a proteger la seguridad y la salud de los trabajadores en su puesto de trabajo. En España, la Ley 31/ 1995 del 8 de noviembre es la referente que pone los cimientos para el desarrollo normativo de PRL en todos los ámbitos. Esta ley como tantas otras, fue una consecuencia que nos vino “impuesta” de la entrada en la Unión Europea (U.E.). Más allá de los acuerdos comerciales, el apoyo a la economía… el ingreso en este club selecto, forzaba a reformas estructurales y a asumir una serie de valores y derechos que debían compartir todos los miembros de la U.E. y que obligaban a homogeneizar las condiciones laborales básicas de todos los trabajadores, bajo el paraguas de este entorno.
La PRL no es sólo una serie de normas y unos papelitos que hay que tener rellenos por si la Inspección de Trabajo te los pide ante un accidente. La PRL es una CULTURA que debe presidir cualquier actividad humana. La PRL es un marchamo de calidad, que adorna positivamente a aquellos países que apuestan por ella y que repercute favorablemente en la economía y en el patrimonio más valioso e irremplazable que tenemos, el patrimonio humano.
En ESPAÑA nunca se ha creído en las ventajas de asumir la PRL y, más allá de crear los foros y estructuras a la que la ley obligaba (Europa), la Administración, sea del color político que sea, ha mostrado siempre mucho más interés por controlar, cuando no bloquear, aquello que ella misma debía liderar y abanderar. Dicho de otro modo: en la PRL no creen NI LOS DE PRL.
Hasta el momento y en un ambiente hostil, de enfrentamiento y litigio, se han ido consiguiendo avances sin lugar a dudas, pero en demasiadas ocasiones a costa de acumular estadísticas vergonzosas, de acciones heroicas, de sanciones y de sentencias. A veces, incluso habiendo introducido a regañadientes medidas correctoras, éstas llegan demasiado tarde para algunos: son los juguetes rotos que han ido quedando en la cuneta… y en las conciencias de los que no hemos conseguido cambiar las cosas a tiempo.
Por desgracia ANDALUCÍA no es una excepción. Venimos comprobando desde hace tiempo, como el tema de las mujeres y concretamente las EMBARAZADAS, con las peculiaridades intrínsecas a su condición, viene estando en el punto de mira del SAS. Son muchas (más del 65%), jóvenes y encima fértiles. Ellas sí tienen interiorizado los valores de este espacio de bienestar y protección de los trabajadores que es la U.E. Programan sus embarazos dentro de un proyecto de vida, en el que éstos no sean un riesgo para sus hijos, ni para ellas. Son ciudadanas de pleno derecho, europeas y conocedoras de las leyes que las protegen.
Pero el SAS con su gestión nefasta, sus dispendios presupuestarios y sus conflictos de intereses, no tiene presupuesto para tanto embarazo y va a tomar medidas correctoras.
Como solución al “problema de los embarazos de sus trabajadoras” van a acometer acciones contundentes, modificando la normativa actual de PRL, cuando no anulando algunos artículos dirigidos a proteger a la embarazada y su futuro hijo, con un objetivo muy claro; abaratar costes.
Todo plan tiene unos actores y unas medidas. Pasamos a describir ambos:
Número 1: la médica embarazada.
Es muy importante que la médica embarazada viva su embarazo con culpabilidad. Todas las actuaciones en este sentido deben ser fomentadas. De las frases más repetidas, las más exitosas: “¿te has puesto de acuerdo con tu jefe?”, “que sepas que no te vamos a sustituir”, “pídete la baja”, “vas a perder dinero”, “pídete las vacaciones mientras tanto” …
La renuncia a parte de su sueldo, a parte de las funciones que le son propias, a las vacaciones… son también muy valoradas positivamente por la administración, especialmente si se asumen ”voluntariamente” por la médica.
Número 2: el médico del trabajo.
Muy importante sensibilizarlos de las gravísimas consecuencias de declarar NO APTA a una médica embarazada y de lo apropiado de calificarla de apta con restricciones. Esto abre un abanico de posibilidades para la Administración muy rentable, el resto de conjeturas es absolutamente irrelevante.
Número 3: Los técnicos de la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales (UPRL).
Una de sus principales funciones entre muchas otras, sería hacer un catálogo de puestos de trabajo donde se definan los riesgos de éstos, entre ellos el embarazo. En muchos casos este catálogo sigue aparcado desde hace años en el rincón más recóndito de la UPRL.
Número 4: Los jefes de servicio y directores de centros de salud.
Pese al curso de PRL ridículo para cumplir el expediente (Europa nos vigila) y que preceptivamente deben hacer en un ratillo mientras toman un café en el descanso, son jefes, responsables y les gusta estudiar todos los papelitos, incluidos los de PRL. Su criterio suele ser en consonancia con las normas y por lo tanto orientado a proteger al trabajador y al ser que lleva en su seno. Por supuesto la Administración le informará de los grandes beneficios del TELETRABAJO para la embarazada y que, en cualquier caso, el embarazo irá a costa de él y del resto de los miembros del servicio, porque no se sustituirá a la médica embarazada. Ni que decir tiene que el servicio festejará cada embarazo y la posibilidad de ser solidarios en el esfuerzo de que la administración cumpla con sus objetivos presupuestarios.
Número 5: EL INSS y el SAS
Éstos están como las empresas de seguros: “esto lo pagas tú, esto no está cubierto por la póliza”. Se acaban de reunir para agilizar los trámites que a veces pueden tardar meses desde que se declara la situación de embarazo. Mucho nos tememos también, para acordar que no habrá nunca más una médica NO APTA durante el embarazo y, por lo tanto, tu INSS no pagas por ahora y yo SAS me ahorro una pasta.
Número 6: Los Jueces.
Irreductibles con la aplicación de la ley y mucho más cercanos a la sensibilidad de la sociedad con el embarazo, sentencia tras sentencia evitan que la BRECHA SALARIAL y DE GÉNERO siga prosperando en los servicios públicos.
Número 7: La Administración.
Como muestra de su compromiso con las mujeres se crearon las comisiones de igualdad, en donde se debate y escudriña exhaustivamente por qué las médicas cobran menos que los médicos, mientras en la habitación de al lado se diseñan medidas de ahorro durante el embarazo.
PD: No puedo por menos que sentir que pertenezco a una etnia de bárbaros catetos que viven en el sur de Europa, donde las leyes de Bruselas llegan en pateras que zozobran cuando traspasan los Pirineos.
Fdo: Francisco Javier Cantalejo Santos.
Presidente del Sindicato Médico de Granada