Impactantes declaraciones de nuestro Presidente, el Dr. Cantalejo, en Canal Sur Radio, donde disecciona la situación de la Sanidad Pública a raíz de la “demoledora” nota de prensa de la Junta de Personal de los Distritos Granada Metropolitano:
Recogemos solo algunos trazos de lo que se refleja en la entrevista:
¿Qué es lo que funciona bien en la Sanidad Pública?
La dedicación y el oficio de los profesionales que atienden a los ciudadanos a costa de la conciliación familiar y de su propia salud, cosa que no aparece en la factura final y que además tiene un efecto radiotóxico, debido a que ese estrés en esas condiciones laborales se va acumulando y arrastrando en el tiempo.
¿Qué está pasando?
Hay que preguntarse primero de dónde venimos, arrastrando un déficit estructural desde hace más de 20 años.
La situación actual es diferente: la cartera de servicios es mucho más compleja debido a los avances tecnológicos. Esto supone una necesidad de más personal.
¿Por qué no se ha corregido esta falta de personal?
Hay muchos cómplices para que esto haya pasado. Todos veíamos que cada vez el deterioro era mayor y los recursos estaban más ajustados.
El colapso del sistema, simple y llanamente, lo ha evitado la entrega de los profesionales incluso a costa de su salud.
¿Existe intencionalidad privatizadora en esta situación?
La clave es hacer atractiva la Sanidad Pública para que los médicos no se vayan. De hecho, el principal competidor de nuestro sistema no es la privatización, sino la Sanidad Pública de otras CCAA.
Por ejemplo, los residentes que ven el trato a sus tutores aquí, eligen otros destinos para trabajar. Destaca el fracaso del acto único para residentes, sabiendo ya desde hace 4 años que esta situación iba a ocurrir.
¿Cuál es la solución?
La solución existe y es de sentido común: faltan médicos. No falta formación, ni vocación, ni investigación, sino número de médicos.
En 2003, con mucho orgullo, SIMEG elaboró el primer estudio de previsión de jubilación y lo presentó a las distintas fuerzas políticas. Como “catetos” de Granada, esperábamos que hubiese un Plan para el “boom” de jubilaciones que se avecinaba en 20 años. Pensábamos que había unos señores “sesudos” en el Ministerio que tenían previsto un plan… pero NO había plan… No han sabido concienciar, incentivar ni ofertar unas condiciones laborales razonables para nuestros profesionales. No se cumplen acuerdos por parte de la administración: el abordaje debe ser profesional.
Como decían en aquellas películas del oeste: no hay mejor indio que el muerto. Pues bien, para la Administración, no hay mejor médico que el que no está en la consulta o el que no está en quirófano: para ellos, los médicos generamos gasto; para nosotros, los médicos generan inversión. Pero los políticos no ven más allá de lo que tienen delante: por ejemplo, ¿por qué se cierran centros? Porque es rentable. Aún habiendo médicos dispuestos a trabajar por la tarde, no les autorizan porque se gasta mucho abriendo un centro de salud en ese horario.
Nos hemos acostumbrado a que haya listas de espera y a que sean infinitas: quizás se esté haciendo un adoctrinamiento social de que esto se ha acabado.
Hay vasos comunicantes entre la Sanidad Pública y Privada y, a lo mejor, pronto llega un momento en que usted tendrá:
- Un seguro “C” donde le llamará un administrativo y le dará algunas recomendaciones por teléfono.
- En otro seguro “B” le atenderá un enfermero,
- Pero para llegar al seguro “A1+” tendrá que poner mucho dinero para que le atienda un médico detrás del teléfono, y mucho más, de forma presencial.
El discurso no es privada o pública, sino si estamos dispuestos a mantener un sistema sanitario que de respuestas, acorde con los impuestos que pagamos todos, sin que el médico muera por el camino.